Vemos paso a paso cómo cerrar un hueco en la pared para lograr que quede lisa y como nueva. Así, eliminamos el pasaplatos que tenemos para volver a tener una pared completa.
Cerrar un hueco en la pared es una tarea muy sencilla.
En esta ocasión, os vamos a enseñar, paso a paso, cómo tapiar el pasaplatos que abrimos en un programa anterior, empleando unos ladrillos, un poco de mortero y escayola.
El resultado: excepcional.
El nuevo tabiquillo que hagamos para cerrar el hueco deberá ser estable. Además de fijarnos en el tipo de ladrillo que constituye nuestra pared, para escoger el mismo modelo y dar continuidad a la superficie, tendremos que colocar las piezas evitando que coincidan las juntas de una fila con las de la otra.
Herramientas
- Maceta
- Cincel
- Llana
- Cubeta
- Paleta
- Rodillo de pelo-corto
- Mango telescópico
- Pistola neumática
Materiales
- Ladrillo
- Mortero
- Escayola
- Pintura plástica
- Zócalo
- Clavos de cabeza perdida
Paso a paso para cerrar un hueco en la pared
Paso #1
Después de haber tapado las imperfecciones que teníamos en la pared, a causa de haber retirado los muebles de cocina, nos ponemos unos guantes y retiramos el marco de la pared siguiendo este orden: los laterales, la base y el dintel. Para realizar este trabajo, utilizaremos el cincel y una maceta.
Paso #2
El siguiente paso consiste en buscar el principio de los ladrillos y picar la zona, con el fin de poder llenar el hueco con piezas enteras, sin que coincidan las juntas de una hilera con las de la otra.
Paso #3
Vamos ahora con el mortero. Vertemos el producto en una cubeta y añadimos la cantidad de agua que nos indica el fabricante. A continuación, removemos bien la mezcla hasta conseguir una masa homogénea.
Paso #4
Humedecemos la zona sobre la que vamos a trabajar, para que el mortero cuando se seque no se cuartee. Es conveniente también poner a remojo los ladrillos.
Paso #5
Aplicamos el mortero en el hueco y empezamos a colocar las primeras piezas, dándoles golpecitos con la maceta para que se asienten bien.
Paso #6
Cuando hayamos puesto la primera hilera de ladrillos, continuamos poniendo más filashasta llegar a la última pieza que probablemente tengamos que adaptarla al espacio que nos quede.
Paso #7
Dándole unos golpes con la paleta, partimos el ladrillo y lo colocamos en su posición, con un poco de mortero.
Paso #8
Asimismo, rellenamos las pequeñas cavidades que nos hayan podido quedar con cascotes y mortero.
Paso #9
Esperamos a que el producto fragüe y lucimos la pared con escayola. Para extender bien la masa, utilizaremos una llana.
Paso #10
Transcurrido el tiempo de secado que nos indica el fabricante, lijamos suavemente la superficie hasta dejarla totalmente lisa. Luego, retiramos el polvo producido al lijar.
Paso #11
Es el turno del acabado. Cubrimos todo aquello que no queramos manchar con plástico protector y cinta de carrocero, nos ponemos unos guantes de látex y empezamos recortando la pared que vamos a pintar con la ayuda de una brocha.
Paso #12
En el resto de la superficie trabajaremos con un rodillo de pelo-corto y un mango telescópico que nos permitirá llegar a lo más alto de la pared sin problemas. Para obtener un buen acabado, es conveniente aplicar la pintura en pasadas cruzadas.
Paso #13
Antes de que el producto se seque, retiramos la cinta y el plástico protector que habíamos colocado para no manchar.
Paso #14
Una vez que la pintura se haya secado, terminamos el trabajo fijando los zócalos a la pared mediante unos clavos de cabeza perdida. Para llevar a cabo esta tarea, emplearemos la pistola neumática.
Paso #15
¡Trabajo concluido! Igual que abrimos un hueco en la pared, la tapamos. Y, consiguiendo un resultado inmejorable.
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Fuente: Hogarmania
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